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¿QUÉ PASA CON EL SEXO?

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ANCAP
(@ancap)
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En el siguiente artículo, se va a brindar información médica acerca de posibles alteraciones sexuales en función de los diferentes tratamientos oncológicos para el abordaje del cáncer de próstata.  

Es importante mencionar que esta información está recogida en el Manual para pacientes y familiares: ¿Cómo convivir con el cáncer de próstata? (Benítez et al., 2018). Es información genérica, cuya utilidad es la de tener una pequeña idea acerca de estas alteraciones. Si tiene un diagnóstico de cáncer de próstata y va a recibir (o está recibiendo) alguno de estos tratamientos consulte con su médico sus posibles dudas respecto a su caso particular.  

Destacaré tres tipos de intervenciones ante un diagnóstico de cáncer de próstata y su relación con las zonas afectadas: 

Prostatectomía radical: las bandeletas neurovasculares son unas estructuras que se encargan de transmitir la señal nerviosa de erección al pene y se ubican alrededor de la próstata. Estos nervios pueden resultar dañados cuando se extrae la próstata, especialmente si el tumor se ha extendido cerca de las bandeletas o si se encuentran muy adheridas a la próstata, en cuyo caso, habría que quitarlas para asegurar la curación. 

Radioterapia: la RDT se aplica sobre la próstata y las bandeletas neurovasculares. 

Hormonoterapia: consiste en la supresión de testosterona. La testosterona cumple la función de dilatar los vasos sanguíneos del pene durante la erección y deseo sexual, por lo que, su supresión puede dar lugar a una disminución de la rigidez en la erección y deseo sexual. 

A continuación, se exponen efectos secundarios que podrían manifestarse tras haber sido intervenido: 

– Disminución de la rigidez de la erección o disfunción eréctil: un 71% de los pacientes refieren sufrir de disfunción eréctil a los 5 años de la prostatectomía radical y un 87% a los 12 años. En caso de haberse intervenido mediante prostatectomía radical, la disfunción se produce inmediatamente tras la cirugía y, en los 2 primeros años tras la operación, hay recuperación. En RDT el deterioro es progresivo desde el inicio del tto. El grado de disfunción va a depender de: la edad, la calidad de la erección previa a la intervención, preservación o no de bandeletas neurovasculares… 

Alteraciones en la eyaculación: ante una prostatectomía radical, también se extirpan las vesículas seminales, por lo que no se produce eyaculación tras esta intervención. No obstante, esto no significa que no haya orgasmo. Se produce lo conocido como orgasmo seco. 

Disminución de la libido y el deseo sexual: en el deseo sexual se ven implicados varios agentes psicológicos, ambientales y hormonales (por la acción de la testosterona). El deseo sexual se verá reducido en ttos como la hormonoterapia por la supresión de testosterona. 

Alteraciones en la forma del pene

* Acortamiento: pequeño acortamiento (1-2cm) tras prostatectomía radical por la retracción tras la retirada de la próstata y al proceso de fibrosis del mes siguiente.  

* Curvatura del pene: a veces, de forma espontánea años después de la prostatectomía radical, sucede un proceso de cicatrización anómala y excesiva del pene. Se siente una placa en el interior que en pocos meses produce su curvatura –> enfermedad de Peyronie, con mayor incidencia en pacientes que se han sometido a prostatectomía radical (aprox. 1 de cada 6).

Alteraciones en el orgasmo:  

* Alteraciones en la percepción del orgasmo: 30-40% de los pacientes intervenidos de prostatectomía radical manifiestan experimentar orgasmos menos placenteros y un 20-30% no consiguen llegar al orgasmo; un 8% refiere orgasmos más placenteros tras cirugía. 

* Dolor asociado al orgasmo: dolor leve que desaparece con el tiempo (un 10% de los operados).

Incontinencia urinaria durante el orgasmo y relación sexual: aprox a la mitad de los pacientes. Se corrige conforme se vaya volviendo a tener control sobre el esfínter urinario. 

Infertilidad: debido a la imposibilidad de eyacular. 

Para un correcto abordaje de estas alteraciones, lo ideal sería combinar tratamiento médico con tratamiento psicológico. Los tratamientos médicos pueden ser: 

– Farmacológicos: medicamentos orales (pastilla antes de mantener la relación sexual) y locales (pomadas sobre el glande, aplicador que se introduce en el orificio de la uretra, inyección en el pene). 

– Quirúrgicos: Dispositivos que se colocan en el interior del pene para dotarlo de rigidez (prótesis hidráulica). 

– Mecánicos: Bombas de vacío (el pene se coloca en el interior de un tubo que al producir vacío crea una erección).  

– Rehabilitación peneana: Rehabilitación del pene (medicación para la erección o bomba de vacío que se lleva de forma continua unos meses). 

Si presenta alguna de estas alteraciones y le está generando un gran malestar en su vida, consulte con su médico.  

Para el abordaje psicológico de estas alteraciones, póngase en contacto con un profesional de la salud mental. En el próximo artículo se atenderán estas alteraciones sexuales bajo orientación psicológica.  

 

Irene Lorente Valero – Psicóloga General Sanitaria.

 

 

 
Respondido : 25 de abril de 2025 09:57