Foro
Desde aquí ofrecemos una vía de comunicación bidirecional entre asociados, asociación, pacientes y cualquier persona que lo desee. Mantén un ambiente relajado y respetuoso en todo momento.
TOMA DE DECISIONES COMPARTIDA EN PROCEDIMIENTOS MÉDICOS Y EL DERECHO A LA INFORMACIÓN DEL PACIENTE
La toma de decisiones compartida se define como el proceso de decisión que se lleva a cabo de manera conjunta entre el médico y el paciente.
Este proceso se inicia con la información que ofrece el profesional al paciente acerca de las diferentes opciones o alternativas posibles de tratamiento y/o intervención, las posibles consecuencias o efectos secundarios derivados de cada alternativa, así como las ventajas e inconvenientes de escoger entre una opción u otra. Esta información siempre es personalizada, individual y “exclusiva” para cada paciente, pues hay que tener en cuenta la individualidad de la persona en lo que respecta a la manifestación de una patología médica.
Además, a esta decisión, el paciente aportará sus valores personales y preferencias llegando junto al profesional, finalmente, a un acuerdo sobre la opción a elegir.
Pero, ¿Cuándo se da esta toma de decisiones?
La toma de decisiones compartida se da, especialmente, ante situaciones complicadas, como puede ser una enfermedad oncológica; es decir, en situaciones en las que hay más de una opción razonable de intervención y/o tratamiento desde el punto de vista médico. Es en estas circunstancias y en aquellas que no exista una decisión que supere a las demás, en las que es imprescindible la participación del paciente en la toma de decisiones a través de la incorporación de sus valores y preferencias.
Desde una perspectiva ética y/o jurídica no puede negarse el derecho de los pacientes a ser informados sobre su enfermedad y poder elegir entre las diferentes opciones de tratamiento (si las hubiera y si fuese posible), o a participar de las decisiones que se tomen al respecto (si así lo desean).
Se ha de abogar por un Modelo Biopsicosocial a la hora de intervenir en el ámbito médico, con una atención que vaya dirigida al paciente. Este modelo expresa que lo importante no es sólo la dolencia orgánica o la enfermedad en la persona, sino cómo la vive el paciente acorde a su contexto y cómo afecta a sus valores personales.
La atención centrada en el paciente consiste en ver el mundo a través de los ojos del paciente. Humanizar la asistencia médica requiere:
1) tener en cuenta las expectativas y experiencias previas del paciente (contando también con su medio familiar);
2) manejar conocimientos científicos actualizados;
3) abordar conjuntamente de forma clara la incertidumbre que pueda surgir respecto a los procedimientos;
4) elaborar propuestas de intervención teniendo en cuenta sus preferencias y validar la opción elegida.
¿Los pacientes necesitan de toda esta información? ¿Por qué?
El conocer información acerca de su enfermedad y de sus opciones de tratamiento sirve para brindar tranquilidad y despejar la incertidumbre acerca de lo que les está ocurriendo y poder afrontar la situación en las mejores condiciones posibles. Además, gracias a esta información, el paciente puede hacerse una idea realista del pronóstico y comprender los procesos de enfermedad y colaborar en el autocuidado a lo largo de las diferentes fases de la enfermedad. El hecho de tener información acerca de qué le ocurre y los pasos que va a tener que seguir para tratarse, también le permite poder compartir sus propias necesidades con su entorno (familia, amigos, cuidadores…).
Irene Lorente Valero – Psicóloga General Sanitaria
Buen día.
Me parece un excelente artículo que nos ofrece las claves para una toma de decisiones acertada, que tiene en cuenta las características de la propia enfermedad (punto de vista profesional), pero también al paciente de forma global (con sus experiencias, emociones, expectativas) y las de su entorno próximo.
Gracias por este artículo, Irene.
TOMA DE DECISIONES COMPARTIDA EN PROCEDIMIENTOS MÉDICOS II Y CONFLICTO DECISIONAL
Cuando hay que tomar una decisión de gran relevancia para nosotros, como puede ser qué tipo de tratamiento/intervención médica escoger en función de las opciones planteadas por el equipo médico, ocurre lo que se conoce como conflicto decisional.
Se dará la aparición de una disonancia cognitiva. Las personas tenemos la necesidad de que nuestras creencias, conducta y actitudes se muestren en sintonía, sean coherentes entre sí, evitando la contradicción entre estos diferentes elementos. En ocasiones, puede aparecer cierto conflicto o inconsistencia entre esos elementos nombrados, lo que genera un gran malestar en nosotros. Esto es lo que se conoce como disonancia cognitiva.
Ante una enfermedad oncológica, como puede ser el cáncer de próstata, se genera una incertidumbre ante la idea de tomar una decisión o realizar una elección que puede incluir ciertos riesgos, pérdidas o cambios en los valores personales.
Podemos identificar que nos encontramos ante un conflicto decisional por la experimentación de una serie de síntomas:
– Aumento de la incertidumbre ante qué decisión tomar
– Magnificación de los resultados negativos respecto a las diferentes opciones a escoger
– Síntomas propios del estrés
– Síntomas propios de la ansiedad ante la necesidad de elegir
Sin embargo, existen una serie de factores que podemos modificar y que pueden resultarnos beneficiosos para disminuir el malestar proporcionado por este conflicto decisional. De este modo, atendemos a los siguientes ejemplos:
– La aparición de ideas erróneas debidas a la falta de información sobre las diferentes opciones que se tienen o bien por expectativas que no se ajustan a la realidad puede disminuirse con la aportación, por parte del equipo médico, de información correcta, veraz e individualizada a cada paciente.
– Malestar ocasionado por tener escasos recursos sociales, familiares y/o personales puede disminuirse con la búsqueda de apoyo social, familiar y/o psicológico adecuado.
Como “tip” o “consejo” para poder aprovechar vuestras citas médicas para consultar información, hacer preguntas o solventar dudas en lo que respecta a asuntos de índole médica (ej.: en qué consiste X tratamientos, qué efectos secundarios tendrá, si existen otras opciones teniendo en cuenta mi caso…) y respecto a vuestra salud (ej.: manifestar X síntomas es o no parte del proceso de enfermedad/tratamiento…), podéis generar una HOJA DE VISITA MÉDICA en la que, en casa, vayáis anotando todo aquello que en una próxima cita médica queráis consultar. Por ejemplo, podéis hacer una lista con las molestias o síntomas que estéis manifestando; una lista con dudas acerca del tratamiento que estéis siguiendo o que vayáis a empezar a seguir…
Como conclusión final ante la toma de decisiones en lo que respecta a procedimientos médicos, es importante recordar:
1) Tratar de escoger la opción o bien tomar la decisión de optar por un tratamiento u otro, cuando dispongamos de toda la información médica adecuada a nuestro caso.
2) Escoger la opción o bien tomar la decisión de optar por un tratamiento u otro siempre junto a nuestro médico de referencia (oncólogo, especialista, etc.), pues será quien esclarecerá todas nuestras posibles dudas.
3) Evitar el arrepentimiento, los “y si hubiera tomado otra decisión…” A posteriori de la realización de la intervención o tratamiento.
4) Recordarnos a nosotros mismos que la decisión la tomamos en un momento presente, en el que deliberamos entre varias opciones y escogemos la que en ese momento mejor se adecúa a nosotros mismos (preferencias, valores personales, etc.).
5) Y que nunca podremos controlar, ni conocer al 100%, que nos deparará el futuro, por lo que la opción que tomamos por buena en un momento, es así, porque así lo valoramos y creímos idóneo para nosotros.
Irene Lorente Valero – Psicóloga General Sanitaria